Obesidad
El encontrar un nuevo medicamento que ayude a curar la obesidad o que ayude a bajar de peso de manera importante es un área de constante investigación. Esta es una revisión de los tratamientos más relevantes. Muchas personas que padecen diabetes podrían ya estar tomando un tipo de medicación que podría ser un avance importante y emocionante en la pérdida de peso: una clase de medicamento inyectable para la diabetes tipo 2 conocida como agonistas de GLP-1.
Este medicamento ha marcado un verdadero punto de inflexión puesto que ha cambiado la manera cómo se trata la diabetes. Finalmente hay una manera de mejorar el control de la diabetes y ayudar al paciente a bajar de peso. Los agonistas de GLP-1, tales como la Liraglutida (Victoza) o Exenatida (Byetta), están actualmente siendo estudiados como medicamentos para perder peso. Un estudio publicado en la revista médica “Lancet” en el 2009, encontró que las personas obesas sin diabetes que tomaron Liraglutida cada día por tres meses, perdieron un promedio de 7 kilos, mientras que los que tomaron el medicamento para bajar de peso llamado Orlistat (Xenical) perdieron solo 4 kilos.
Otro medicamento para perder peso en proceso de aprobación es el Contrave, pero este sufrió un revés en Febrero de este año cuando la FDA de los EEUU rechazó su aprobación, solicitando estudios adicionales con respecto a su seguridad. Contrave es una combinación de Bupropión, un antidepresivo que ayuda a dejar de fumar y la Naltrexona, que ayuda a las personas con adicciones a no volver al alcohol o las drogas. Se cree que los dos medicamentos promueven la pérdida de peso de un 10 porciento.
Onexa, actualmente en revisión por la FDA, es otro medicamento que combina dos productos que ya están actualmente en el mercado: fentermina y topiramate. La fentermina es un agente para perder peso de uso a corto plazo, mientras Topiramate trata la epilepsia y la migraña. La pérdida de peso obtenida en los estudios ha sido del 10 porciento.
Un medicamento antiobesidad que esta en sus últimos estadios de desarrollo, combina el medicamento para la diabetes pramlintida (symlin) con un nuevo medicamento llamado metreleptina, un análogo de la hormona humana leptina que es producida por el tejido graso y que quita el apetito. Un estudio publicado en el 2009 en la revista médica “Journal Obesity” reportó que pramlintida/metreleptina llevó a una pérdida de peso del 13 porciento en 24 semanas. Sin embargo, los fabricantes Amylin y Takeda anunciaron en Marzo de este año que estaban suspendiendo los estudios para investigar algunos aspectos relacionados a la seguridad del medicamento.
Muchos de los más de dos docenas de medicamentos en desarrollo para perder peso actúan ajustando la química del cerebro. Este enfoque puede tener consecuencias no deseadas, tal como ocurrió en el caso del medicamento para perder peso rimonabant. Este medicamento modifica la química cerebral haciendo de la experiencia del comer sea menos placentera. Nunca fue aprobada en EEUU pero estuvo disponible por un tiempo en Europa antes de ser retirado del mercado en el 2008 después de una serie de suicidios. Había una impresionante cantidad datos que demostraban la pérdida de peso, pero desafortunadamente, si se quita el placer, puede llevar a la depresión.
La cirugía bariátrica, es un tratamiento para obesidad que obtiene un 30 a 40 porciento de pérdida de peso. Hay dos tipos de cirugía bariatrica más comunes: la banda gástrica ajustable y el bypass. El usar la bandaimplica ajustar un pequeño cinturón alrededor del estómago y el llenado de la banda con una solución salina para apretar el estómago, creando una pequeña bolsa de manera que uno se sienta lleno después de comer una menor cantidad de alimentos. La cirugía de bypass gástrico en esencia reduce el tracto digestivo de manera que la comida “se salta” el 90 por ciento del estómago y gran parte del intestino delgado. Esta reorganización digestiva limita tanto la cantidad de lo que una persona puede comer como su capacidad para absorver los nutrientes.
El bypass gástrico por lo general lleva a una mayor pérdida de peso y de manera más rápida que la banda gástrica, además hay un beneficio adicional para las personas con diabetes tipo 2: Si bien ambos tipos de cirugía puede provocar una mejora sustancial en el control de la glucosa en la sangre, el bypass gástrico puede llevar casi de inmediato a la remisión de la diabetes independiente de cuántos kilos se pierdan. En cambio, cualquier mejora en la diabetes, relacionada al tratamiento con banda gástrica, se relaciona directamente con la pérdida de peso. Sin embargo, la cirugía es intrínsecamente invasiva y la mayoría de los expertos están de acuerdo que no es apropiado para todos.
Aunque ya se esta haciendo la cirugía bariátrica por vía laparoscópica, que es menos invasiva y representa una mejora real sobre los métodos anteriores, esta todavía es una cirugía y representa un riesgo real, como ser el de una una infección, una reacción adversa a la anestesia, o la necesidad de una segunda operación debido a problemas derivados de la primera.
Hay varios de dispositivos para bajar de peso sin cirugía que están en desarrollo, pero que todavía no están listos para hacer su aparición estelar. Si uno o más de estos dispositivos terminan siendo más efectivos, más barato y más seguro que la cirugía, harán la diferencia.
La manera para eliminar la necesidad de una incisión es introduciendo un dispositivo a través de la boca u otro orificio. Es así que se esta estudiando el Revestimiento Gastrointestinal de Endobarrier, el cual esta disponible en Europa, es un tubo de latex que va a través de la boca y es insertado en la parte superior del intestino delgado. Este dispositivo trata de imitar algunas características de la cirugía de bypass gástrico beneficiando a las personas con diabetes tipo 2. Un estudio pequeño publicado el año pasado en la revista “Annals of Surgery” encontró que el EndoBarrier reduce el peso corporal en un porcentaje del 19 porciento en tres meses, además mejora el control de la glucemia en siete de ocho personas que recibieron el implante. Los efectos colaterales más comunes fueron náusea, vomito y dolor abdominal superior.
Los investigadores están probando varias otras técnicas de pérdida de peso. Algunos están tratando de formas de "costurar” el estómago desde el interior para hacerlo más pequeño. Otro enfoque es colocando una banda sin necesidad de una incisión. Hay también el balón que puede ser inflado en el estomago y una píldora que se expande en el estomago, ambos apuntando a generar esa sensación de llenura.
No todas las nuevas estrategias acaban con la cirugía. Los marcapasos gástricos se implantan cerca del estómago y entregan impulsos eléctricos para controlar el apetito. Uno de esos dispositivos, Abiliti, fue recientemente aprobado para su uso en Europa. Según su fabricante, Abiliti puede detectar el consumo de alimentos o bebidas, y en respuesta provocar impulsos eléctricos de baja energía en el estómago.
Por ahora, las formas más seguras y efectivas para bajar de peso en la mayoría de los casos son la dieta y el ejercicio. Mientras tanto, la ciencia médica seguramente seguirá tratando de encontrar el santo grial de la pérdida fácil, segura y duradera. Si ese esfuerzo es alguna vez exitoso, las ganancias en la mejora de la salud sería casi incalculable.
Licenciada en Nutricion
Maria Elena Parada